Es una tecnología que permite la transferencia de datos de manera segura gracias a una codificación sofisticada.

Su funcionamiento puede resultar complejo de entender si profundizamos en los detalles internos de su implementación, pero la idea básica es sencilla de seguir.

Cada bloque de la cadena porta el paquete de transacciones y dos códigos, uno que indica cuál es el bloque que lo precede (excepto el bloque origen, claro), y otro para el bloque que le sigue, es decir, que están entrelazados o encadenados por lo que se llaman códigos o apuntadores hash

Ahora entra en juego el concepto de minado que realizan los nodos, es decir, el proceso de validación de la información. En este proceso de minado o comprobación, cuando hay dos bloques que apuntan al mismo bloque previo, sencillamente gana el primero en ser desencriptado por la mayoría de los nodos, es decir, que la mayoría de puntos de la red deben ponerse de acuerdo para validar la información. Por eso, aunque blockchain genera múltiples cadenas de bloques, siempre será legitimada la cadena de bloques más larga.

Te dejamos este video para aclarar tus dudas…

Fuente: PlayGround

Pese a que se ha insinuado previamente, creo que es importante resaltar que el cambio que nos ofrece blockchain no es un cambio tecnológico como pudo ser el paso de aplicaciones mainframe a aplicaciones distribuidas, o el uso de bases de datos NoSQL frente a las más rígidas bases de datos relacionales.

Blockchain es un cambio de paradigma, una forma de entender las relaciones sociales en un mundo globalizado y totalmente conectado.

¿Te imaginas un servicio de transportes sin ninguna entidad central, con todas las garantías? ¿Te imaginas una plataforma de pisos donde oferta y demanda se conectan directamente? Eso es lo que realmente va a cambiar el mundo.

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